El Baix Empordà es una comarca catalana que pertenece a la provincia de Girona con un patrimonio cultural y natural que merece la pena visitar ya que se trata de un territorio muy completo desde el punto de vista natural (cuenta con mar y montaña).
Se encuentra a escasa hora y media en coche desde Barcelona.
Mi primera experiencia en el Baix Empordà fue para visitar tres de los pueblos que aún conservan el estilo más medieval (Peratallada, Palau-Sator y Pals) y fui un soleado domingo de marzo de 2018. Me lo pasé genial, comí de lujo y descubrí unos rincones maravillosos que distan mucho del bullicio del centro de Barcelona.
Ya entrado junio, y con la inminente llegada del verano, visité algunas de las zonas de mar de la comarca.
La capital del Baix Empordà es el municipio de La Bisbal. Descubramos algunos de sus rincones…
PERATALLADA
Este bonito pueblo que aún conserva todo su encanto medieval y feudal, en la actualidad, no tiene ayuntamiento propio ya que es muy pequeño en territorio y no tiene demasiados habitantes, por ello varios pequeños pueblos de la zona se han aunado y pertenecen administrativamente al municipio de Forallac (Fonteta, Peratallada, Vulpellac, Canapost, Sant Climent i Santa Susanna de Peralta, Fitor).
El significado de Peratallada es: piedra cortada. Es uno de los pueblos más bonitos y naturales que he visto en los últimos tiempos. Todas sus calles, replacetas y casas son, como el propio nombre de la localidad indica, de piedra y eso le da un encanto rural especial.
Qué ver en Peratallada:
El castillo y el palacio.
Está documentado que el castillo de Peratallada ya existía hacia el año 1065. Tiene dos partes: el núcleo fortificado y el palacio.
Torre del homenaje, Torre de las horas y Torre de planta circular.
La primera, se encuentra en pleno recinto amurallado del castillo.
La torre de las horas, es llamada así porque en su parte superior se encuentra ‘el reloj público’.
La torre de planta circular, debe su nombre a su forma, mide unos 10 metros y posee aspilleras para armas de fuego.
Fosos y murallas.
Los fosos que mejor se conservan se encuentran en el lado del portal de la Virgen.
Portal de la Virgen.
En sus tiempos, era una de las entradas principales al pueblo. El nombre se debe al hueco, que puede apreciarse en la foto, en el que solía haber una imagen de una Virgen.
Plaça de l’oli.
Es una pequeña plaza escondida entre las callejuelas del pueblo pero con mucho encanto. Su nombre se debe a que se trataba del lugar en el que los lugareños, en época de recogida de la oliva, procedían con el proceso de molienda y batido para extraer aceite.
En esa plaza encontrarás un pequeño negocio llamado «magdalenería Cal Tuset» y venden unas fantásticas magdalenas recién hechas ideales para desayunar o merendar.
Plaça Les Voltes.
Se trata de una plaza con forma rectangular que debe su nombre a los arcos o bóvedas que componen la plaza. Es una zona de paso hacia el interior del pueblo y de resguardo de la población ante las inclemencias del clima.
Hay unos cuantos comercios tradicionales y restaurantes alrededor de la plaza.
Iglesia de Sant Esteve.
Se trata de un bonito templo románico de principios del siglo XIII con dos naves. En la fachada destaca la puerta, de un arco de medio punto adintelado. El campanario es bonito. En su interior se conserva el sepulcro gótico del Barón Gilabert de Cruïlles.
Comer y dormir en Peratallada:
En este pueblo encontrarás buenos restaurantes, comercios de artesanía y… una heladería muy famosa del italiano Angelo Corvitto (según el cocinero con estrella Michelin, Jordi Roca, es una de las mejores heladerías del mundo). Pero no esperes encontrar solo los típicos helados de vainilla o chocolate sino que es tan puntera porque tiene una larga lista de helados «salados» como helado de mejillones en escabeche, helado de anchoas del Cantábrico, …
Es posible pernoctar en el pueblo ya que hay varios hostales y alojamientos rurales.
PALAU-SATOR
Este pueblecito aún es más pequeño que Peratallada pero también conserva su estilo natural, rural y de antaño. Es posible llegar andando desde Peratallada por un camino rural con unos paisajes estupendos.
Qué ver en Palau-Sator:
Monasterio de Sant Pau de Fontclara.
La Torre de los relojes, con un reloj de sol y otro más moderno aunque de 1936.
También llama la atención en el pueblo que en pleno centro se siga conservando una especie de horno.
PALS
Pals es un municipio de escasos dos mil quinientos habitantes con un centro histórico medieval que merece la pena visitar.
Pals significa «lugar pantanoso».
Qué ver en Pals:
Castillo.
Data del siglo IX.
Recinto amurallado.
De los siglos XII-XIV. Se conservan cuatro torres.
Sepulturas medievales.
En la calle Mayor de Pals aún pueden verse tumbas excavadas en la piedra natural de los primeros pobladores del Mont Aspre (antiguo nombre de Pals).
Iglesia de Sant Pere.
Torre de las horas o torre del homenaje.
Mirador de Josep Pla desde el que se pueden contemplar las Islas Medas.
Pals es un lugar espléndido para comer. De hecho yo comí allí en un pequeño restaurante que recomiendo sin dudarlo: Sa Gatonera.
Hay, también, bastantes alojamientos rurales para hospedarte.
Puedes ver los tres pueblos del tirón ya que no son demasiado grandes. Si te apetece escapar del centro de la ciudad, patear estos pequeños pueblos te vendrá bien para oxigenarte.
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Dentro del territorio de la comarca del Baix Empordà destacan zonas fantásticas de mar como:
L’ESTARTIT – LAS ISLAS MEDAS – PALAMÓS – PLATJA D’ARO – SANT FELIÚ DE GUÍXO
L’ESTARTIT
Desde esta localidad es de dónde parten la gran mayoría de embarcaciones hacia las Islas Medas (tiene puerto) y es el lugar propicio para hacer submarinismo, snorkel o kayaking. También tiene playa (poco profunda, por lo que para ir con niños está bastante bien).
Tiene pocos habitantes, no llega a tres mil, y no tiene ayuntamiento propio sino que pertenece al municipio de Torroella de Montgrí.
Desde esta población también se inician varias itinerarios para hacer senderismo o recorrer esas mismas rutas en bici que son geniales porque a la vez que «haces montaña», en un lado verás el mar y unas vistas fantásticas de las Islas Medas y por el camino podrás parar en fantásticas calas. Eso sí, te advierto que las rutas no son planas sino que tienen unas subidas y bajadas de nivel medio y con terreno bastante escarpado y rocoso, por lo que debes estar en forma para hacerlas y llevar un calzado adecuado.
ISLAS MEDAS
Se trata de un archipiélago compuesto de siete islas, cuyos nombres son: Meda Grande, Meda Pequeña, el Medellot, el Carall Bernat, las Ferrenelles, los Tascons Grandes y los Tascons Pequeños.
Es una zona que tiene la denominación de «reserva marina» y es de una belleza espectacular de la que puedes disfrutar en un paseo en barco. Indudablemente, también, es un lugar ideal para practicar el submarinismo.
En el Paseo Marítimo de L’Estartit hay varias embarcaciones que hacen rutas por la costa del Montgrí, una de ellas es la denominada «FADRÍ» que hace paseos en un pequeño barco de unas dos horas (ida y vuelta) por 20 euros (si sois un grupo, el precio es de 18 euros). Atraviesa los «puentes» naturales y se introduce en algunas cuevas.
Yo lo hice, y bajo mi punto de vista, merece mucho la pena. Además, hace una parada para que, quién lo desee, pueda bañarse.
No me digas que estos lugares no te parecen fantásticos… Si no fuese porque, concretamente, Pals tiene en cada esquina, en cada farola y casi que en cada árbol símbolos independentistas, la experiencia turística ya sería redonda. Como si «las decoraciones-mensajes-reivindicaciones» fuesen «españolistas», me da igual, pero restan belleza a estos rincones, y aunque algunos no lo quieran ver, para alguien de fuera que solo quiere disfrutar de un lugar durante un fin de semana o, incluso, unas horas, esas cosas generan muy mal rollo al caminar por allí. Anyway …
3, 2, 1…
Escápate de la ciudad y disfruta de la paz, de la naturaleza y del toque rural que proporcionan estas localidades del Baix Empordà.