JERUSALÉN


JERUSALÉN (ISRAEL)

Perderte por la ciudad vieja de Jerusalén es absolutamente fascinante, a pesar de su caos.

Jerusalén, ciudad sagrada e histórica por excelencia, se divide en cuatro barrios: judío, musulmán, cristiano y armenio. Y el respeto predomina sobre todas las cosas, al menos, mientras estuvimos nosotros (agosto de 2023).

Eso sí, había muchísimos militares por la ciudad vieja de Jerusalén y no te permitían acceder a las mezquitas en algunos momentos si no eres musulmán.

Poder observar, in situ, y ser un transeúnte más por el Muro de las Lamentaciones, el Santo Sepulcro, la Vía Dolorosa, los Zocos y Bazares entre calles estrechas y laberínticas, es una experiencia que te transporta en el tiempo.

Es algo único que requiere de una visita más pausada (lamentablemente, nosotros solo estuvimos un día).

CÓMO LLEGAR A JERUSALÉN (ISRAEL) DESDE AMMÁN (JORDANIA)

Si miras la distancia entre Ammán y Jerusalén en Google Maps, verás que es posible llegar de una ciudad a otra en escasas dos horas de coche PERO la cuestión no es la distancia entre ambas ciudades, la cuestión es la frontera entre Israel y Jordania.

Los puntos fronterizos desde Jordania a Israel, y viceversa, son tediosos, son múltiples, son lentos y son caros pero bien nos mereció la pena la experiencia.

Frontera Jordania – Israel (trayecto desde Ammán a Jerusalén)

Desde Ammán a la frontera con Israel («border«) se tarda casi una hora en coche (taxi o coche con conductor). La persona que conduce hasta el “border” no puede continuar hasta Israel (al menos, la mayoría no van a querer porque los jordanos deben de pasar otro control fronterizo distinto al que pases tú, como turista, el cual es bastante más riguroso y aún más lento que el que se hace a los turistas).

Nosotros fuimos con nuestro conductor desde el hotel en Ammán hasta el border y nos costó el trayecto, ida y vuelta (horas más tarde), 130 JOD, dos personas.

Una vez en la frontera (aún en lado jordano), tienes la opción de llegar a Israel en bus o en un servicio de coche privado que ofrecen (denominado “servicio vip”). Nosotros recomendamos el bus porque la diferencia de precio es sustancial y no merece tanto la pena ese servicio.

La compañía se llama: Jet bus (autobús de color blanco y azul).

La tasa en el control de la frontera (check point) cuesta: 10 JOD por persona.

Ahí, se quedan con tu pasaporte hasta que te llaman para montar en el bus.

Dentro bus, se pagan 7 JOD más por persona, si no llevas maletas. Si llevas maletas, hay que pagar medio dinar más, cada uno.

Todo en efectivo, por lo que debes de llevar «cash» sí o sí. En la frontera hay lugares para cambiar dinero y, también, cajeros automáticos.

TIEMPO QUE TRANSCURRE EN LA FRONTERA…

Desde que llegas a la frontera (lado jordano), pasas el control, y pagas la tasa, hasta que sales en bus hacia el lado israelí de la frontera, el tiempo transcurrido puede llegar a las dos horas (ojo: trayecto hacia el lado israelí de la frontera, no lo confundas con llegar al centro de la ciudad vieja de Jerusalén).

Por tanto, calcula que, ya el inicio son casi dos horas para salir del check point de Jordania justo en el borde, lado jordano. Luego, la policía jordana se monta en el bus, mira los pasaportes uno a uno y coge dos de los papeles que te dieron en el control.

Debes ser paciente.

Como decía, es posible coger transporte vip pero cuesta muchísimo, supera los ciento y pico JOD por persona. A nosotros nos lo desaconsejó nuestro conductor, y le hicimos caso.

Una vez en el lado israelí de la frontera, cuando bajas del bus, has de pasar muchos controles de revisión de pasaporte, de supervisión de pertenencias, etc… Finalmente, cuando logras salir, puedes coger taxi o bus para ir al centro de la ciudad de Jerusalén. Es mejor bus. Cuesta 22 JOD, 2 personas. Es un mini bus de 12 plazas.

Por tanto, nosotros, desde las 8:15 de la mañana que salimos de nuestro hotel en Ammán, fueron cuatro horas más tarde, a las 12:00 del mediodía, cuando salimos del border israelí hacia la ciudad vieja de Jerusalén (también, ten en cuenta que nosotros no llevábamos equipaje, por lo que fuimos más rápidos).

Por cierto, ya en lado israelí, en el bus, cuando aún queda medio camino para llegar a Jerusalén, hay otro control de pasaportes. Cuando se pasa la ciudad Maale Adumim (M.A.).

Finalmente, llegamos a la Puerta de Damasco sobre las 13:00 horas.  

Por todo ello, ten muy en cuenta todas las horas que transcurren de un destino a otro para valorar si a ti te merece la pena pasar un día en esa ciudad.

También, valora que en el trayecto desde Ammán a Jerusalén, se pasa cerca de Jericó, por si quieres hacer un alto en esa ciudad (en ese caso, tendrás que coger otro bus distinto al que va a Jerusalén). Si nosotros hubiésemos tenido más tiempo, hubiésemos ido.

Para regresar a Ammán desde Jerusalén, el paso de la frontera es algo más rápido pero, incluso, es más costoso porque para salir de Israel debes pagar una tasa que supera los 60 euros por persona, más aparte los desplazamientos hasta llegar a los puntos fronterizos.

Nosotros, de la puerta de Damasco al punto fronterizo israelí cogimos un taxi a través de la aplicación GETT (Uber no está operativo en Israel).

 A TENER EN CUENTA EN ISRAEL…

  • Su moneda es el sheqel (ILS), se puede pagar en casi todos los sitios con tarjeta de crédito, incluso en la mayoría de puestos del zoco, pero hay algunos sitios en los que no, aunque eso no es un problema porque hay cajeros automáticos en muchos sitios.
  • Para desplazarte por la ciudad puedes descargarte la aplicación GETT, así sabrás por adelantado lo que cuesta el trayecto y no tendrás que está negociando con ningún taxista.
  • El domingo es un día excesivamente concurrido para visitar Jerusalén salvo que tengas un especial interés por visitar la ciudad ese día de la semana pero si tienes que pasar la frontera, yo evitaría hacerlo un domingo.
  • El paso por la frontera NO está operativo las 24 horas, tiene un horario restringido: De lunes a jueves de 8 a 20 horas; viernes y sábados de 8 a 13 horas (esos horarios podrían variar, mejor compruébalo antes de tu viaje).

QUÉ VER EN JERUSALÉN EN UN DÍA…

Jerusalén es una ciudad enorme. Lo que más puede que te interese como turista es conocer lo que se conoce como “ciudad vieja de Jerusalén”, la parte histórica, y que hace que retrocedas en el tiempo, nada más poner un pie en ella.

Si dispones de poco tiempo, hay unos lugares básicos que no te puedes perder. Son los siguientes:

  • Puerta de Damasco. Se trata de una de las puertas de acceso a la ciudad vieja de Jerusalén, concretamente a los barrios cristiano y musulmán. Fue construida por el imperio otomano, allá por el 1542.

Jerusalén cuenta con siete puertas más además de ésta pero la de Damasco es la más grande.

  • Muro de las Lamentaciones (conocido, también como “muro occidental” o dicho en hebrero: “Hakotel Hama`araví”).

Se trata de una gran explanada de oraciones conocida, también, como “el monte del Templo”, especialmente representativa e importantísima para el pueblo judío. De acuerdo a su tradición, la Presencia Divina nunca abandonó el Muro Occidental. También, el profeta Isaías llamó al Templo como: “una casa para todas las naciones”, por ello se considera un gran centro de espiritualidad para judíos y no judíos, y, por ende, se considera un lugar sagrado, a pesar de que “el Templo” fue destruido.

Tienes que pasar un control para acceder, miran tu pasaporte, y observan si vas vestido “de forma apropiada y recatada”.

Es un lugar, cuanto menos, curioso de visitar, sin contar toda la historia que lleva encima y toda su solemnidad.

Web oficial: www.thekotel.org

  • Vía Dolorosa. Se trata de todo el trayecto que hizo Jesucristo a su entrada a Jerusalén portando la cruz, desde la entrada de los Leones hasta el Santo Sepulcro, de camino a su crucifixión en el Monte Calvario, y cada una de sus paradas.

En total son unos dos mil quinientos metros.

Cuenta con un total de 14 estaciones.

Cabe destacar que durante ese trayecto, Jesús cayó al suelo en tres ocasiones. Es por ello, que en cada estación hay capillas e iglesias donde los fieles pueden detenerse a rezar. Concretamente, las estaciones que coinciden con las caídas de Jesús son las número: III, VII y IX.

También, cabe destacar otras estaciones como, la número IV, en la que Jesús coincidió con su madre y la número VI en la que Verónica secó y limpió su cara con un trapo.

  • Santo Sepulcro. Es una edificación majestuosa, enorme y laberíntica, donde se encuentra la tumba de Jesús (edículo). Ese es el lugar en el que fue enterrado tras su crucifixión y, supuestamente, resucitó al tercer día y desde donde ascendió a los cielos.

Desde luego, puede decirse, que este es el lugar más sagrado para los cristianos.

Pero has de tener en cuenta que no es un lugar exclusivamente cristiano-católico, también es un lugar de culto para ortodoxos (griegos) y armenios (ojo, estos son los grupos principales, dentro de ellos hay varios subgrupos como: etíopes, coptos y sirios).

De hecho, si entras por la puerta principal, lo primero con lo que te topas es con la denominada “piedra de la unción”, una roca de color rosácea, donde los más fieles acarician la superficie y oran ante ella. Supuestamente es la roca sobre la que Jesús fue limpiado y ungido con aceites al ser descendido de la cruz. Y los que más paradas hacen ante esta piedra son etíopes y coptos.

En el interior del Santo Sepulcro, también, se encuentran las columnas en las que Jesús fue atado y apaleado.

Curiosidades en el Santo Sepulcro:

La verdad es que el Santo Sepulcro es un lugar al que dedicarle varias jornadas completas porque cada rincón es digno de admirar, pero quiero hablar de la emblemática ESCALERA del Santo Sepulcro que podrás ver justo encima de la entrada principal, delante de una de sus ventanas.

Parece la típica escalera de obra que podría haber dejada olvidada cualquier obrero pero esa escalera no está exenta de conflicto y polémica, y lleva años y años en el mismo lugar, tantos como los transcurridos desde el siglo XIX a la actualidad, y nadie se atreve a tocarla ¿sabes por qué?

Se dice que, en la época de gobierno otomano, las autoridades imperiales concedieron permisos temporales a distintas comunidades cristianas para gestionar la iglesia, al ser temporales, eso hacía que la gestión de la iglesia fuese cambiando de católicos a ortodoxos con frecuencia, con lo que generaba polémicas. Por ello, a mediados del siglo XIV, el gobierno Otomano tomó una “decisión salomónica” y decretó el denominado: “Statu Quo” por el que se estableció una división del templo por comunidades y de las responsabilidades sobre el mismo. Además, se decretó que cualquier cambio debía de acordarse por unanimidad de todas las comunidades cristianas: armenia, etíope, griega, siria, copta y católica.

Desde entonces, estas comunidades se reparten los espacios del Santo Sepulcro y los horarios de culto. Por lo que resulta curioso ir andando por el Santo Sepulcro y cruzarte con unos franciscanos rezando en procesión por unas concretas zonas para no molestar el rezo de los ortodoxos en otras partes del templo.

Sin embargo, ninguna de esas comunidades cristianas puede hacerse con el control efectivo de la iglesia ya que ninguna posee las llaves. Curiosamente, las llaves del templo son custodiadas por dos familias musulmanas: los Joudeh y los Nuseibeh. 

¿Y qué tiene que ver eso con la escalera de la fachada?

Muy sencillo, la parte de debajo de la escalera está en zona ortodoxa y la parte superior de la escalera llega a la zona armenia del templo, así que, para evitar un conflicto entre ellos, nadie se ha atrevido a tocarla, a pesar ya no de los años sino de los siglos transcurridos.

  • Centro Austriaco de peregrinaje. Se encuentra en la Vía Dolorosa, 37.

Sin duda, este lugar fue un auténtico descubrimiento. Es muy fácil encontrarlo porque está justo al inicio de la primera parada de la Vía Dolorosa, con una fachada sencilla y poco llamativa. No es un sitio que te invite a entrar a curiosear, de hecho, parece un sitio pequeño y poco atractivo; tampoco es un lugar demasiado publicitado, salvo que seas austriaco.

Nosotros entramos porque nos llevó un amigo que vive allí, de otro modo, nos lo hubiésemos perdido y lo cierto es que el lugar merece mucho la pena.

Cuando accedes al lugar, subes una gran escalinata y todo lo que te encuentras es una sorpresa. Es un sitio enorme, amplio, luminoso y fresco, con una capilla preciosa decorada con unos mosaicos espectaculares. Tiene una terraza desde la que se divisa toda la ciudad vieja de Jerusalén y una cafetería con un jardín precioso y tranquilo a pesar de estar en pleno epicentro de Jerusalén. Eso sí, los productos que venden son típicos austriacos. Fue una maravilla poder descansar en este lugar.

Web oficial: www.austrianhospice.com

  • Explanada de las Mezquitas. Hemos estado hablando de lugares sagrados fundamentalmente para los católicos, pero en esta apasionante ciudad también se encuentra uno de los lugares más importantes para los musulmanes: el “Monte del Templo” o “Mezquita de Umar” o “Explanada de las Mezquitas” es el tercer lugar sagrado en el mundo para un musulmán tras La Meca y tras Medina.

Además, la foto más emblemática de un turista en esta ciudad es ante la impresionante cúpula dorada de la ciudad vieja, la denominada “cúpula de la roca”, donde se encuentra la denominada “piedra fundacional” para la región islámica y también para la judía, unos afirman que es desde donde Mahoma ascendió a los cielos y otros que es donde Abraham sacrificó a su hijo.

Para acceder a la explanada has de pasar un control y enseñar el pasaporte, PERO ten en cuenta que depende del momento en el que vayas porque, en bastantes ocasiones, restringen el acceso a los no musulmanes. A nosotros no nos permitieron entrar, por lo que tuvimos que conformarnos con ver la explanada desde otro punto de la ciudad y de lejos.

Todos estos sitios se encuentran entre mercados y calles comerciales estrechas, laberínticas, asombrosas. Tendremos que volver.